Autora: Ximena Herrera
Las abejas son fundamentales no solo por su contribución en la producción de alimentos, como miel, jalea real y polen, sino también por su papel en la preservación de los ecosistemas. Su valor se extiende a sus aplicaciones medicinales, antisépticas y fungicidas, gracias a productos como la cera, el propóleo y el veneno. En la actualidad, en 14 departamentos del Perú, incluyendo Cusco, Amazonas, Madre de Dios y Loreto, se ha comenzado a aprovechar estas propiedades a través de la crianza tecnificada de una especie desapercibida: las abejas sin aguijón.
Según Actualidad Ambiental, debido a la iniciativa del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), liderado por el Dr. César Delgado, las abejas caracterizadas por no picar y brindar una miel más líquida y dulce, son objeto de un proyecto creado en el 2017 para mejorar su crianza (meliponicultura) en comunidades indígenas y rurales, como las asháninkas, los awuajún y kukamas, etc. Así, se pretende revalorar a este tipo de abejas, en un contexto donde la acción climática es urgente y necesaria para evitar la reducción de su población.
¿Cómo era la crianza de las abejas aguijón antes? ¿Cómo es ahora?
Tradicionalmente, se talaban árboles y se trasladaba el nido de las abejas junto al tronco hacia el techo de la casa del interesado en obtener la miel; así de manejables y dóciles son. Un año después, recién se podía recoger la primera producción. Hoy en día, el IIAP se encarga de recuperar el nido y, luego de aplicar, una técnica especial de división, se colocan en unas cajas racionales de madera, previamente, configuradas para permitir su desarrollo. En este caso, la primera producción ve la luz a los 7 meses.
“Con estos estudios científicos, en un año se puede lograr hasta 4 cosechas de 1800 mililitros a 2 litros por caja racional cada 3 meses, lo que antes solía hacerse en un año en su hábitat natural. De esta forma se aprovecha al máximo este recurso, evitando la deforestación de bosques.”
La influencia en el proceso evolutivo de las abejas sin aguijón ha tomado un enfoque de sostenibilidad que merece ser destacado. Los conocimientos ancestrales—o etnoconocimientos—sobre animales y plantas, junto con el respeto por la biodiversidad, son principios fundamentales para las comunidades amazónicas. Su cosmovisión revela descubrimientos, completamente "nuevos" para nosotros, que están destinados a la conservación del medio ambiente.
¿Por qué es relevante el etnoconocimiento?
Porque los pobladores amazónicos poseen una visión única del mundo, forjada a partir de la sabiduría transmitida por sus ancestros. Estos ancestros vivieron en armonía con su entorno, guiados por creencias y buenas costumbres que los europeos no podían ni imaginar al llegar a sus territorios. Brindar a estas comunidades la oportunidad de desarrollar sus habilidades, respetando su forma de vida, no solo fomenta su educación, sino que también les permite integrarse en profesiones globalizadas y compartir sus valiosos conocimientos con el mundo.
En ese sentido, en una entrevista para Ojo Público, Richar Antonio, guardaparque de la Reserva Comunal Asháninka y vecino de Caperucía - VRAEM afirmó lo siguiente:
“Yo me aboco más a la investigación porque me permite a mí como indígena decirle a las comunidades que como asháninkas sí podemos hacerlo, podemos ser científicos.”
En las recientes investigaciones, ¿qué se ha descubierto sobre las abejas sin aguijón?
La teoría de que las abejas sostienen el equilibrio del mundo, y especialmente de la Amazonía, se ha reafirmado de manera contundente. Su capacidad para adaptarse a diversas condiciones y mantener su labor de polinización subraya la necesidad urgente de protegerlas, ya que su existencia es crucial para la cadena alimentaria, la limpieza del aire, la conservación de los bosques y la purificación del agua. Estos factores están en riesgo debido a la actividad humana, por lo que la Dra. Vásquez Espinoza observó que:
“La resiliencia de estas abejas nos ofrece esperanza al demostrar cómo se están adaptando al cambio climático y a la deforestación”
¿Las abejas de aguijón son reconocidas en el Perú?
A pesar de sus numerosos beneficios, esta especie aún no cuenta con reconocimiento oficial en la legislación peruana, lo que limita su cultivo y el pleno aprovechamiento de sus ventajas. Es crucial que este reconocimiento se extienda a nivel internacional, dado que la miel de estas abejas nativas contiene moléculas con propiedades anticancerígenas y potencial para el tratamiento del VIH, lo que podría transformar el campo médico. Además, un mayor reconocimiento impulsaría la capacitación y generaría empleo en las comunidades productoras, al mismo tiempo que fomentaría el desarrollo del turismo.
Dada la importancia de lo expuesto, es esencial implementar un programa de conservación sostenible que requiere financiación, apoyo gubernamental y la integración de conocimientos y prácticas locales, tal como señala el Dr. Adrian Forsyth en el New York Times. Incluir a las comunidades amazónicas en estudios de impacto orientados hacia el desarrollo sostenible representa el primer paso hacia la reconciliación entre las tradiciones ancestrales y las exigencias de la modernidad.