Autor: Angie Caroline Colque Osco
En los últimos años la industria musical se ha visto influenciada por diversidad de géneros entre tradicionales, fusionados e inéditos, por ello es propicio decir que la música se encuentra en todos lados y busca diversos fines, desde ceñir sus notas hacia aspectos religiosos, políticos y sociales, hasta acompañamientos intensos durante las emociones vividas a lo largo de nuestras vidas. Tantísima gente goza de escuchar sus versiones preferidas a diario, siendo así podemos preguntarnos ¿es posible que los mensajes que las canciones transmiten puedan influenciar nuestra mente de lo continuo que las escuchamos?¿podrían acaso permitirnos pensar en una realidad diferente?.
Basado en investigaciones se sabe que la música activa nuestro cerebro emocional, y puede producir, entre otras cosas, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, sensaciones de escalofrío y diferentes modificaciones afectivas como júbilo, llanto, entre otros (Piscoya, 1998, 151-152). Siendo así podemos sentarnos a pensar que es válido decir que la música influye en nuestro ser, que si bien no es indispensable para vivir, puede darle sentido a la misma a través de la sensación que produce.
En el mundo se han producido más de 100 millones de canciones de diversas de índoles y razones, hoy quiero traer a cuenta en específico a aquellas canciones que nos motivan a levantarnos de la cama, aquellas canciones que nos motivan a seguir viviendo a pesar de las adversidades, a aquellas que nos develan la verdad, que nos hablan de la crueldad con la que sometemos a la tierra y nos obligan a abrir los ojos, las que nos dicen que el mundo está cambiando y no para bien, las que combaten contra guerras, contra el hambre y contra la violencia, hablamos de las canciones que nos entregan un mensaje y nos invitan a dejar de ser espectadores de lo que sucede y ser los principales protagonistas partiendo de nuestras propias vidas.
En el año 2013, científicos de la Universidad de Manchester demostraron que escuchar nuestra melodía o canción favorita promueve la liberación de endorfinas. Otros estudios demuestran su beneficio frente al dolor, llegando en algunos casos a reducir esa molesta sensación hasta en un 20 % en los sujetos que escuchan melodías y las disfrutan. (Liang et al., 2021). Los resultados no solo nos invitan a escuchar música, o lo muy felices que podemos ser con la misma, sino que nos invitan a usar la misma para seguir batallando contra los males en el planeta, nos invitan a concientizar el mundo a través de la misma y lo más importante aún, nos invitan muchas veces a ir en búsqueda del bien común.
Elijamos sabiamente a quienes aperturamos nuestro oídos y nuestro corazón, evoquemos nuestros esfuerzos por dar la oportunidad a escuchar esas voces que nos invitan a ser activistas en contra de las muchas causas que poco a poco nos destruyen, de la misma manera invitemos y apoyemos a más artistas a que expresen su arte a través de la música y sean de la misma forma, agentes de cambio por medio de sus canciones.
Recordemos que podemos generar un cambio desde donde deseemos con aquello que más amamos, solo es cuestión de atrevernos a hacerlo; no tenemos muchas vidas así que, sin importar lo que los demás digan, si tienes una idea que pueda contribuir a hacer de este un mundo mejor, adelante, te estamos observando.